Una persona va caminando por un mercado, cuando escucha a una señora de edad con aspecto humilde:

- “Pasen, pasen a mi tienda!”
– la persona se pasa de largo ya que el mercado esta lleno de tiendas.
– al verlo a señora replica: “a nadie le gusto!, nadie me quiere!, nadie quiere pasar a mi tienda!…mis hijos no me quieren…”
– la persona se detiene y siente que “debería” entrar….

La culpa y la preocupación nos paralizan, la gente usa la culpa en todos lados ya que es muy efectiva para lograr que la gente haga lo que tú quieres que haga.

‘Yo me sacrifiqué por ti‘. Te recuerda los momentos difíciles cuando alguien sacrificó su propia felicidad a fin de que tú tuvieras algo. Cuando te recuerdan tus deudas, tú te preguntas cómo puedes ser tan egoísta.

De forma contraria… “La culpa es una manera muy cómoda de quitarte la responsabilidad de tu comportamiento hacia los demás. Es más fácil enojarse con los demás por la manera en que te manipulan, y trasladar el enfoque de la culpa de ti mismo hacia esas otras personas terribles que son tan poderosas que pueden hacerte sentir lo que quieran, incluso culpable.” (Dyer W.)

Sientes culpa por no darle unos pesos al tragafuegos del semáforo que acabas de pasar?, o sientes culpa por no dejar propina al mesero?…el primero si se esforzara un poco seguramente podría conseguir un empleo y el segundo lo más probable es que reciba un sueldo por su trabajo… entonces? Porque te sientes culpable? Por ser más afortunado que el otro?… sí tu trabajas toda la semana y te esfuerzas por tener lo que tienes! tu dinero es producto de tu esfuerzo, dedicación y experiencia, sin olvidar tus años dedicados a estudiar o capacitarte para tu trabajo (desvelos, malpasadas, fines de semana sin salir, etc.)

No significa que uno vaya por la vida siendo egoístas, simplemente debemos disfrutar lo que tenemos, en el momento que lo tenemos… y ayudar? Por supuesto, si así te nace y lo haces de corazón…y no porque sientes que “deberías”…

¿Teletón?, ¿Redondeo?, ¿Bécalos?…
será acaso que usan… la culpa?

* Algunos párrafos fueron tomados del libro: “Tus zonas erróneas” de W. W. Dyer.